domingo, 24 de marzo de 2013

vídeo "Pensando en los demás" de Noboru Kaetsu


La escuela es un lugar donde pasamos muchas horas de pequeños, por lo que es crucial todo lo que hagamos y aprendamos aquí dentro. Corregir nuestros errores, aprender a conocernos, relacionarnos y preocuparnos por los demás,… son valores que enseña el profesor japonés Toshiro Kanamori a sus alumnos.

Nada más empezar el curso, les dice a sus alumnos: ¿por qué estamos aquí? Para ser felices.

Kanamori piensa que cada vez se valora menos la vida y por eso enseña en su clase a valorarla. En estos tiempos, poseemos más cosas que antes y con los avances tecnológicos nos hace la vida más sencilla y, sin embargo, no somos mejor que antes como personas. Nos quejamos más, queremos controlarlo todo, nos preocupa más la impresión que damos a los demás antes que a nosotros, criticamos todo…Tenemos tantas cosas tanto material como en la mente que no nos dejan ver y apreciar lo que verdaderamente importa.  No nos gusta estancarnos, queremos estar siempre haciendo cosas y, al final del día, nos damos cuenta de que no hemos hecho apenas nada. Todo por no querer para un momento y escucharnos.  No queremos hacer pausas porque pensamos que perdemos el tiempo, pero ese espacio de tiempo que no hacemos nada pueden aportarnos un gran crecimiento personal, nos permite escuchar nuestro yo interior y entendernos a nosotros mismos.

Hay una actividad que realiza Kanamori llamada “las cartas del cuaderno”. Consiste en que sus alumnos escriben, cuentan y comparten en un cuaderno sus sentimientos con los demás compañeros, los cuales después pueden opinar. Es un curioso y original método de conocer a otros y a nosotros mismos. Pensar en los demás nos ayuda a ser felices. Normalmente, en cualquier otra escuela, solo existe el perfeccionismo y la competitividad. No saben solucionar problemas sin la ayuda de enunciados y apartados que les dice paso a paso cómo hacerlo, cualquier actividad fácil o difícil sólo tiene una solución cuando deberían de enseñarles a buscar varias, no importa que estés a gusto con lo que haces sino que cumplas los objetivos que te ordenan, creen que la vida es: 1ºcuatrimestre, 2ºcuatrimestre, 3ºcuatrimestre y verano o clases de recuperación para septiembre. así e infinitas cosas más. si no haces algo de eso o lo haces mal, piensan que eres inútil para eso, cuando realmente lo que pasa es que no le gusta o no le motiva y, al no motivarle, no hay interés y se esfuerza menos. todo esto por una falta de comunicación tanto en profesor-alumno como alumno-alumno que no trate de sumas, dictados, que si la savia elaborada de las plantas se produce con la mezcla de la savia bruta y dióxido de carbono (¿de qué demonios le sirve a un niño saber esto?!).

Por último, otro apartado importante que trata este profesor es sobre corregir nuestros errores. Les muestra que nadie es perfecto. No nos gusta equivocarnos, por lo que reconocerlo nos cuesta más. Aquí los alumnos buscarn y comparten sus defectos e invulnerabilidades. Es otra manera de conocernos a nosotros mismos, al igual que les ayuda a reflexionar sobre sus actos y respetar a los demás. Equivocarnos no es malo (aunque otros profesores de otras escuelas no te lo digan), aprender de nuestros errores nos permite ser mejores personas.

En conclusión, además de enseñar matemáticas, lengua,…enseñar conocimientos, deben de enseñar también a valorarnos a nosotros, a los demás, a la vida… a vivir.


Raquel López

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